La designación de la esgrimista,
Alejandra Benítez, como titular del Ministerio del Deporte, trae consigo una
ola de expectativas, confianza y esperanza, principalmente en todo el gremio de
deportistas. La ministra, de 32 años de edad, se ubica en la historia del
deporte venezolano como la primera atleta en ocupar el máximo cargo, incluso,
estando aún activa.
Benítez, que es atleta de alto
rendimiento en esgrima (sable es su especialidad), tiene nutrida participación
en competencias internacionales con importantes logros; amén a su experiencia
con tres Juegos Olímpicos. Además, es odontóloga (UCV) y diputada suplente en
la Asamblea Nacional. Su roce competitivo, le permite tener conocimientos del
manejo del deporte en el país, sobre todo hacia el trato con los atletas. Aunque muchos quizás crean que la edad es su
contra, lo importante no solo será dirigir y administrar, también, debe conducir
hacia la conciliación de todos; entendiéndose que el color político en el
deporte es de ideas, mas no de acciones. Al final, nuestros atletas representan
a todo el país.
En el pasado, el primer medallista
olímpico venezolano (bronce en 1952), el corredor Asnoldo Devonish y el exintegrante
de la selección nacional de voleibol, Oswaldo “Papelón” Borges, ocuparon el
cargo de presidente del Instituto Nacional de Deportes (IND). Ningún otro
atleta había escalado tanto en la dirigencia política hasta el nombramiento de Benítez.
Superar las gestas de sus
antecesores, en especial del profesor Eduardo Álvarez, actual presidente del
Comité Olímpico Venezolano (COV) y del ministro saliente, Héctor Rodríguez, no
es tarea fácil. Deberá lidiar con lo ajustado del presupuesto y la burocracia;
no obstante, llega en un momento clave del deporte venezolano con la aplicación
de la nueva Ley del Deporte.