sábado, 13 de abril de 2013

El COI volvió con sus decisiones erradas


El pasado mes de febrero el Comité Olímpico Internacional (COI) anunció su recomendación de dejar fuera de competencia a la lucha a partir de los Juegos Olímpicos de 2020. Aunque la medida aún no es oficial,  tomó por sorpresa a dirigentes y atletas de este deporte.
     La lucha es uno de los deportes más ancestrales de los Juegos Olímpicos y contó con 344 atletas en sus modalidades grecorromana y libre en Londres 2012. Sin embargo, se une a un grupo de siete deportes que buscarán ser incluidos para el programa olímpico. El beisbol-softbol, karate, wushu, patinaje, wakeboarding, squash y escalada deportiva están en carrera por un cupo.
     Para los Juegos Olímpicos de Brasil 2016 fueron agregados el golf y el rugby, completando 25 de 26 deportes aprobados para el programa olímpico de 2020.
     La Federación Internacional de Estilos de Lucha Asociados (FILA) manifestó que lucharán por convencer a los organizadores de esta decisión, de un deporte establecido en más de 180 países y en muchos de ellos es deporte nacional. El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, informó que inició una campaña por mantener la lucha libre en la lista de los deportes permanentes.
     Para nadie es un secreto que los grandes eventos deportivos del mundo son administrados por corporaciones financieras que han convertido a estas competencias de alto nivel en una verdadera “mina de oro”, generando muchas ganancias económicas. Por tal motivo, puede que la lucha no sea un atractivo para los organizadores y buscarían otro deporte que genere mayores beneficios.
     Aquí radica el problema de los eventos deportivos modernos. Si no generan dinero, están fuera, así de sencillo, violentando los principios y valores humanos y deportivos: la competencia y participación. ¿Quién puede con estos monstruos de las grandes élites financieras?
     Por ahora, la lucha esperará hasta septiembre de este año para que sea ratificada la idea de excluirla o rezar para que los votos no la marginen de la competencia.